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Principios generales del esquema de la Constitución Española de 1978

Marcando el camino hacia la democracia

La Constitución Española de 1978 representa un hito histórico en la transición hacia la democracia en España, estableciendo los principios fundamentales que rigen la estructura y funcionamiento de nuestro país. Este esquema, diseñado con el propósito de garantizar derechos y libertades, tiene como base una serie de principios generales que se han convertido en la columna vertebral de nuestra sociedad.

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1. Soberanía nacional y Estado de derecho

La Constitución establece que la soberanía reside en el pueblo español, del cual emanan los poderes del Estado. Esto significa que la voluntad popular es la fuente de legitimidad de los poderes públicos y que estos deben actuar dentro del marco de la ley, estando todos los ciudadanos sometidos a ella.


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1.1 Los derechos y libertades fundamentales

Uno de los pilares fundamentales de la Constitución Española es la protección y garantía de los derechos y libertades de los ciudadanos. Estos derechos son inherentes a la persona y están reconocidos y protegidos por la ley, siendo responsabilidad del Estado velar por su cumplimiento y protección.

1.1.1 La igualdad ante la ley

La Constitución establece que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Esto implica que todos los individuos tienen el mismo valor y las mismas oportunidades en nuestra sociedad.

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2. Organización política

La Constitución Española establece el sistema de gobierno y organización política de España. En ella se establece la división de poderes en tres ramas independientes: el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial.

2.1 Monarquía parlamentaria

Uno de los aspectos más destacados de la Constitución es establecer una monarquía parlamentaria como forma política del Estado. En este modelo, el rey desempeña un papel simbólico y representa la unidad y permanencia del Estado, mientras que el poder ejecutivo recae en el gobierno, encabezado por el presidente.

2.1.1 El Parlamento

El Parlamento es la institución encargada de ejercer el poder legislativo. Está formado por representantes elegidos por los ciudadanos en elecciones democráticas y es responsable de la aprobación de leyes, controlar al gobierno y representar a los ciudadanos en la toma de decisiones.

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3. Autonomía territorial

La Constitución Española establece un modelo de Estado descentralizado, concediendo autonomía a las comunidades autónomas. Cada comunidad tiene su propio gobierno y parlamento, ejerciendo competencias en diferentes ámbitos, como la educación, la sanidad o la cultura.

3.1 El proceso de descentralización

El proceso de descentralización en España ha sido gradual y ha permitido una mayor participación y autonomía de las comunidades autónomas. Esto ha contribuido a una mejor gestión y adaptación a las necesidades específicas de cada región, fortaleciendo la diversidad y enriqueciendo nuestra identidad como país.

3.1.1 Gestión compartida

Aunque las comunidades autónomas tienen competencias propias, también existe una gestión compartida de determinados asuntos, como la política exterior o la defensa. Esto garantiza la unidad y cohesión del Estado, al tiempo que respeta las particularidades de cada región.

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