La creciente amenaza de la suplantación de identidad se ha convertido en un problema común en la era digital. En España, esta práctica ilegal ha aumentado significativamente en los últimos años, causando graves consecuencias tanto para las víctimas como para los perpetradores. La suplantación de identidad se refiere al acto de hacerse pasar por otra persona, utilizando su nombre, información personal o incluso sus cuentas en línea con el propósito de cometer fraudes, estafas o actividades ilegales. Aunque el avance tecnológico ha proporcionado una mayor comodidad en nuestras vidas diarias, también ha abierto nuevas oportunidades para los delincuentes cibernéticos que buscan aprovecharse de la información personal de otros.
La gravedad de la suplantación de identidad en España se refleja en las elevadas cifras de denuncias presentadas ante las autoridades. Según el Ministerio del Interior español, se recibieron más de 4.600 denuncias por suplantación de identidad en 2019, lo que representa un aumento del 55% en comparación con el año anterior. Esto demuestra que este tipo de delito está en constante crecimiento y constituye una seria preocupación para la sociedad en general.