El despido por causas objetivas es una de las formas legales en las que un empleador puede finalizar la relación laboral con un trabajador. Esta modalidad de despido se basa en causas objetivas, es decir, motivos justificados que hacen necesario el cese del trabajador en la empresa. A diferencia del despido disciplinario, que se produce por incumplimientos graves del trabajador, el despido por causas objetivas se basa en situaciones externas a la conducta del empleado. A continuación, exploraremos en detalle qué es un despido por causas objetivas y cómo se lleva a cabo este proceso.
¿Qué se considera una causa objetiva?
Para que un despido sea considerado como causa objetiva, debe cumplir con los requisitos establecidos en el Estatuto de los Trabajadores de España. Estas causas pueden ser de diferente índole, pero siempre deben ser justificadas y demostrables. Algunos ejemplos de causas objetivas comunes son:
– Causas económicas: cuando la empresa atraviesa dificultades económicas y necesita reducir su plantilla para mantener su viabilidad.
– Causas técnicas: cuando se producen cambios en la tecnología o en la organización de la empresa que hacen necesario el despido de trabajadores.
– Causas productivas: cuando hay una disminución en la demanda de los productos o servicios de la empresa y se necesita ajustar la plantilla.
– Causas organizativas: cuando se producen cambios en la estructura de la empresa que afectan al puesto de trabajo del empleado.
– Causas de fuerza mayor: cuando se producen circunstancias imprevistas e inevitables que impiden el normal funcionamiento de la empresa.
¿Cómo se lleva a cabo un despido por causas objetivas?
El proceso de despido por causas objetivas debe seguir una serie de pasos establecidos en la ley para garantizar los derechos del trabajador. En primer lugar, el empleador debe comunicar por escrito al trabajador su intención de despedirlo y las causas que justifican esta decisión. La carta de despido debe contener una explicación clara y detallada de las causas objetivas y debe ser entregada con al menos 15 días de antelación al cese del trabajador.
Una vez recibida la carta de despido, el trabajador tiene dos opciones: aceptar la decisión y firmar la carta, o impugnar el despido y acudir a los tribunales. En caso de aceptar, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Si decide impugnar el despido, el trabajador debe presentar una demanda ante los juzgados de lo social, quienes decidirán si el despido es procedente o improcedente.
¿Cuándo se considera un despido por causas objetivas como procedente o improcedente?
La decisión de si un despido por causas objetivas es procedente o improcedente recae en los tribunales. En general, un despido por causas objetivas se considera procedente si se demuestra que las causas alegadas por el empleador son reales y justificadas. Sin embargo, si el trabajador demuestra que no existen dichas causas o que el procedimiento no se ha seguido correctamente, el despido puede ser declarado como improcedente.
En caso de que el despido sea declarado improcedente, el trabajador tiene derecho a una indemnización mayor, de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Además, el empleador deberá elegir entre readmitir al trabajador en su puesto de trabajo o abonarle una indemnización adicional equivalente a un salario mensual por cada año trabajado.
¿Cómo afecta el despido por causas objetivas a los trabajadores?
El despido por causas objetivas puede ser una situación difícil para los trabajadores, ya que supone la pérdida de su puesto de trabajo y de su fuente de ingresos. Además, en algunos casos, puede ser percibido como injusto por parte del trabajador, lo que puede generar sentimientos de frustración y malestar.
Por otro lado, el despido por causas objetivas también puede ser una oportunidad para los trabajadores de buscar nuevas oportunidades laborales o de reinventarse profesionalmente. En algunos casos, el trabajador puede incluso recibir una indemnización que le permita afrontar esta nueva etapa con mayor tranquilidad.
¿Cómo pueden los trabajadores protegerse ante un despido por causas objetivas?
Aunque el despido por causas objetivas es una decisión que corresponde al empleador, los trabajadores pueden tomar ciertas medidas para protegerse ante esta situación. En primer lugar, es importante estar informado sobre los derechos laborales y las causas que pueden justificar un despido por causas objetivas.
Además, es recomendable mantener una buena relación con el empleador y cumplir con las obligaciones laborales, ya que esto puede ayudar a prevenir un posible despido. En caso de recibir una carta de despido por causas objetivas, es importante revisarla detalladamente y, en caso de no estar de acuerdo, buscar asesoramiento legal para impugnar la decisión.
¿Qué alternativas tienen las empresas al despido por causas objetivas?
Antes de tomar la decisión de un despido por causas objetivas, las empresas pueden considerar otras alternativas para reducir costos o mejorar su situación económica. Algunas de estas alternativas pueden ser:
– Realizar una reducción de jornada o de salario de forma temporal.
– Llevar a cabo un proceso de reestructuración interna que permita mejorar la eficiencia de la empresa.
– Fomentar la formación y el reciclaje de los empleados para adaptarse a las nuevas necesidades de la empresa.
– Negociar con los trabajadores medidas de flexibilidad laboral, como el teletrabajo o la reducción de horarios.
¿Qué papel juegan los sindicatos en los despidos por causas objetivas?
Los sindicatos tienen un papel importante en los despidos por causas objetivas, ya que su función principal es la defensa de los derechos de los trabajadores. En caso de que se produzcan despidos por causas objetivas en una empresa, los sindicatos pueden intervenir para garantizar que se cumplan los procedimientos legales y que los trabajadores reciban una indemnización justa.
Además, los sindicatos pueden negociar con las empresas para buscar alternativas al despido, como medidas de flexibilidad laboral o programas de recolocación. En algunos casos, los sindicatos pueden incluso llegar a acuerdos con las empresas para evitar o minimizar los despidos por causas objetivas.
¿Qué medidas pueden tomar los empleados en caso de despido por causas objetivas?
En caso de recibir una carta de despido por causas objetivas, los empleados pueden tomar ciertas medidas para proteger sus derechos y su futuro laboral. Algunas de estas medidas pueden ser:
– Revisar detalladamente la carta de despido y buscar asesoramiento legal en caso de no estar de acuerdo.
– Negociar con el empleador una indemnización mayor o medidas de flexibilidad laboral.
– Buscar nuevas oportunidades laborales o formarse para mejorar sus habilidades y aumentar sus posibilidades de encontrar un nuevo empleo.
– Mantener una actitud positiva y no dejar que el despido afecte a su autoestima o su confianza en el ámbito laboral.
En resumen, el despido por causas objetivas es una modalidad legal de finalización de la relación laboral que se basa en motivos justificados y demostrables. Aunque puede ser una situación difícil para los trabajadores, es importante conocer los derechos laborales y tomar medidas para protegerse ante un posible despido por causas objetivas. Además, es fundamental que las empresas consideren alternativas al despido y que los sindicatos intervengan para garantizar que se cumplan los procedimientos legales y los derechos de los trabajadores.
¿Puedo ser despedido por causas objetivas sin previo aviso?
No, la ley establece que el empleador debe comunicar por escrito al trabajador su intención de despedirlo con al menos 15 días de antelación.
¿Puedo impugnar un despido por causas objetivas si no estoy de acuerdo con las causas alegadas por el empleador?
Sí, en caso de no estar de acuerdo con las causas alegadas, puedes impugnar el despido y acudir a los tribunales para que decidan si el despido es procedente o improcedente.
¿Puedo recibir una indemnización si acepto un despido por causas objetivas?
Sí, en caso de aceptar el despido, tienes derecho a recibir una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.